Equipo Volter

Cómo un espíritu emprendedor consiguió que el embalaje para la industria se convirtiera en el leitmotiv familiar

Esta no es solo la historia de una empresa, es la historia de una persona, una inquietud que marcó una diferencia.

Es la historia de mi padre y de cómo él creó una pequeña empresa que ha conseguido estar a la vanguardia en un sector tan complejo y cambiante como es el sector del embalaje.

Y al final del artículo te cuento un gran cambio (pero tienes que llegar hasta allí para conocerlo). 😉

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Mi padre siempre se dedicó a vender, pero con la característica de aquellas personas que siempre buscan el lado diferenciador de las cosas. Vendiese el producto que vendiese, lo hacía de manera diferente.

Mi padre era, en toda ocasión, un emprendedor. Simplemente veía la oportunidad en todas partes.

De vendedor a empresario en el mundo del embalaje 

No fue hasta 1997 cuando mi padre tuvo la oportunidad de empezar en el mundo del embalaje. Tuvo la oportunidad de encarar su futuro.

Él vio que, en esta ocasión y con productos de embalaje, no solamente podía vender, sino que podía innovar, diseñar nuevos formatos, investigar nuevas tendencias… Por fin podía hacer algo que encajaba realmente con su personalidad.

Pues es de esas personas que siempre te sorprenden, tiene la gran capacidad de transformar y agregar valor a las cosas.

Ahora podía improvisar y ofrecer una solución aplicando dos ideas fundamentales que habían acampado en su mente desde hacía mucho tiempo: eficiencia y sostenibilidad (dos factores que, hasta entonces, no estaban a la orden del día y como vendedor, no tenía la libertad de aplicar).

En consecuencia, decidió montar su empresa de embalajes en Valencia enfocada únicamente en intentar mejorar estos dos aspectos. En tomar, básicamente, sus propias decisiones.

Así nació Embalajes Terrón.

¿Qué pinto yo en esta historia? 

Me crié al lado de Embalajes Terrón. Veía a mi padre cada día ir a trabajar y crecer poco a poco. Y aunque aquel día a día tuvo un efecto en mí, yo no era consciente porque mi decisión no fue trabajar con mi padre, yo quise tomar otro camino y me fui a estudiar a Madrid y allí me quedé unos cuantos años…

Trabajé en una consultora donde me dedicaba a hacer proyectos para pymes y grandes empresas enfocados en la optimización de sus compras, desde la logística y transporte hasta la compra de embalajes. Lo cierto es que nunca pude elegir, pero inconscientemente mostraba más entusiasmo por los proyectos que tenían algo que ver con el mundo del embalaje.

Ahora que lo pienso, no era de extrañar, ya que es lo que había vivido desde pequeña.

Poco a poco, fui conociendo más este mundo y contacté con muchos profesionales del sector. Conocí sus intereses, sus objetivos… Y, (no) sorprendentemente, era lo que más me gustaba. Fue ahí cuando tuve claro que quería enfocar mi carrera profesional en este sector.

¿Y qué mejor manera de hacerlo que junto a mi padre?

Ya conocía el mercado, ya tenía el bagaje profesional. Era hora de ofrecer todo lo que había aprendido como optimizadora de compras, pero esta vez ofreciendo el producto y el servicio que el mercado necesitaba.

Así, entré en Embalajes Terrón como desarrolladora de negocio.

Hoy sigo aquí, junto a mi padre, compenetrando mi energía con su tranquilidad, mi experiencia adquirida con su conocimiento de más de dos décadas, pero ambos con los mismos objetivos: aportar valor y seguir mejorando cada día.

No podría tener un mejor compañero para conseguirlos.

La realidad de ahora

Llevamos 25 años siendo Embalajes Terrón y trabajando acorde a las ideas de eficiencia y sostenibilidad, pero algo está cambiando entre nosotros.

En la actualidad tenemos 8 personas empleadas y ofrecemos soluciones de embalaje a más de 400 clientes de diversas industrias, principalmente en la Comunidad Valenciana.

Nos caracteriza la flexibilidad con la que ofrecemos diferentes soluciones.

Tenemos en cuenta las necesidades de cada empresa, siendo nuestro principal objetivo ofrecer una solución de embalaje eficiente  y sostenible.

Pero, a pesar de estas ventajas que estaré encantada de explicar en otro momento, quisiera enfocarme ahora mismo en el porqué de nuestro cambio.

Hemos decidido movernos hacia la renovación. Buscamos innovar, porque estamos creciendo y abriéndonos al mundo. Las relaciones ya no son las mismas y, por tanto, nosotros tampoco podemos ser los mismos.

Nuestros proveedores internacionales, europeos y nacionales son realmente nuestros colaboradores y son un pilar fundamental en la innovación y calidad de nuestros productos y servicios.

Ahora queremos ofrecer facilidades digitales a nuestros clientes: el acceso a sus datos de consumo, datos económicos, técnicos y administrativos, para proporcionarles inmediatez y, ¿por qué no? centralización y productividad.

Vamos un poco más allá de la venta de productos y ofrecemos soluciones integrales de embalaje, donde buscamos la máxima eficiencia en la actividad de embalado de nuestros clientes.

Con estos cambios queremos seguir siendo diferentes y, por supuesto, ser capaces de interactuar en este mundo que se ha vuelto, francamente, tan dinámico y competitivo.

La obsolescencia no está entre nuestros planes, nunca lo ha estado. Entre nuestros planes está ofrecer a nuestros clientes nuevas soluciones con la plena intención de satisfacer sus expectativas y necesidades. Escuchamos y posteriormente damos exactamente lo que se está demandando en todo momento.

En resumen: no por ser una empresa familiar vamos a dejar de estar a la vanguardia. 😉

Conociendo a mi padre, me doy cuenta de que su recorrido siempre estuvo marcado por sus inquietudes fuera del negocio. Son aquellos intereses los que han definido nuestra empresa. El querer vivir en un mundo más sostenible, el entender que la eficiencia en el embalaje es posible, el saber que escuchando al cliente y al mercado, podemos ir siempre por delante.

Ya que has llegado hasta aquí, quiero decirte que hay un nuevo espíritu. Hay un deseo de comunicar diferente, de estar presentes en el mercado de manera estratégica, pero manteniendo la esencia y el espíritu familiar, creciendo y actualizándose.

Ahora cambiamos nuestro nombre. Hoy te traemos esta nueva marca, que va a ser la representación de esto que te he contado. En próximos artículos te diré cómo somos, en qué creemos y trabajamos. Pero por ahora, déjame que te presente solo un nombre:

Volter 

 

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